El lunes 7 de diciembre se conmemora el Día de la Aviación Civil, recordando la firma del Convenio sobre Aviación Civil Internacional, realizada en Chicago (EE.UU.) en 1944.
Este acuerdo respondió a una necesidad imprescindible de acordar reglas, para permitir el avance ordenado y seguro de la aviación en todo el mundo. Dio lugar posteriormente, a la formación de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
La aviación hoy ha conquistado el planeta, aceptando el reto permanente de integrar a personas y países en tiempo real. Contribuyendo con el turismo y con el comercio internacional, respondiendo ante catástrofes naturales o emergencias sanitarias (como la que hoy estamos viviendo), la actividad aérea es sinónimo de “desarrollo humano” y de “crecimiento”.
Dos grandes pilares son los que dan el soporte a la DINACIA, la Autoridad Aeronáutica Nacional: gestionar a la aviación civil y prestar los servicios aeronáuticos en el país. El Estado es responsable de proteger a quienes vuelan sobre nuestro territorio; tal es el compromiso que la DINACIA tiene con todos los usuarios del medio aéreo.
En este nuevo aniversario de la Aviación Civil tenemos varios desafíos sobre nuestra mesa de trabajo: asumir la mejora constante como guía, ser más eficaces y eficientes en todos los procedimientos, utilizar correctamente los recursos para dar respuestas ágiles a los requerimientos de la comunidad aeronáutica. Lo más importante es que ya estamos trabajando sobre esto, en consenso con todos los actores aeronáuticos del país. Es entonces, un buen tiempo para hacer realidad estas propuestas, con responsabilidad, compromiso y voluntad de diálogo.
“Por una aviación más segura, con más aeronaves, más operadores, más competitiva, y a la altura de sus exigencias en el mundo”.